Concepto de la devaluación de la moneda:
La devaluación es la pérdida del valor nominal de una moneda corriente frente a otras monedas
extranjeras.
La devaluación de una moneda puede tener muchas causas, entre estas una falta de demanda de la moneda local o una mayor demanda de la moneda extranjera.1 Lo anterior puede ocurrir por falta de confianza en la economía local, en su estabilidad, en la misma moneda, entre otros. El proceso contrario a una devaluación se conoce como revaluación.
En un sistema cambiario libre, es decir donde la intervención del banco central es nula o casi nula, la devaluación se conoce como depreciación.
La devaluación es la pérdida del valor nominal de una moneda corriente frente a otras monedas
extranjeras.
La devaluación de una moneda puede tener muchas causas, entre estas una falta de demanda de la moneda local o una mayor demanda de la moneda extranjera.1 Lo anterior puede ocurrir por falta de confianza en la economía local, en su estabilidad, en la misma moneda, entre otros. El proceso contrario a una devaluación se conoce como revaluación.
En un sistema cambiario libre, es decir donde la intervención del banco central es nula o casi nula, la devaluación se conoce como depreciación.
Las monedas de los
países representan un valor, este valor está relacionado con la riqueza de un país.
La moneda en sí no tiene un valor real, sino que es solo representativo y
si el país emite más monedas o les da un valor más alto del que puede respaldar
con su riqueza se tienen que realizar ajustes en cuanto al valor de éstas.
Ejemplo: Si todos
los bienes que alguien tiene (imaginemos que estos son todos los bienes
existentes) se valoraran en 100€ se podrían emitir 100 monedas de un euro para
representar el valor de dichos bienes; pero si en un momento dado se emiten 100
monedas más de 1€ (ahora hay 200€ en total) sin aumentar el número de bienes
que existen, las monedas que están en circulación no representan el valor real
de los bienes, por lo que existen tres opciones:
Hacer
modificaciones a los bienes existentes para incrementar su valor a 200€.
Sacar de
circulación 100 monedas de un euro.
Darle un menor
valor (real) a la moneda (50 céntimos). Esto es exactamente devaluar la moneda.
Si se emitieron
más monedas es porque se necesitaba más riqueza y por lo tanto la primera opción está descartada ya que no se tenía con qué invertir.
Si se tienen en circulación 200 monedas es muy difícil decir a quienes las tengan que las devuelvan sin recibir nada a cambio. Por lo tanto lo más fácil es devaluar la moneda.
Causas para una
devaluación monetaria
Las causas para
una devaluación monetaria pueden deberse a varios factores, a una mezcla de
ellos, o solo a causa de uno.
Las principales causas de una devaluación son:
Emisión monetaria:
La emisión monetaria es algo de lo que se encarga el Banco Central. Emitir
billetes sin respaldo, para financiar el gasto público conlleva un aumento de
los precios, es decir, inflación. Si el tipo de cambio en relación a otra
moneda es fijo, el aumento de precios genera una apreciación de la moneda con
el tipo de cambio real, ya que hay más billetes en circulación pero la paridad
con la otra moneda sigue igual. Esto en el corto o mediano plazo genera pérdida
de competitividad para los bienes exportables, ya que los costos fijos del país
se ven incrementados, pero no así los
precios en el exterior.
Apreciación de la
moneda local: A veces por causas externas a la economía de un país, la moneda
local se ve sobrevaluada, así sea por la abundancia de dólares en el exterior o
por el ingreso de capitales extranjeros al país, que generan que haya más
reservas de dólares, provocando que la moneda local se aprecie.
Fuga de divisas:
La incertidumbre acerca de la
economía de un país puede generar que los
capitales extranjeros dejen de invertir en un determinado país, provocando el
efecto inverso a la apreciación de la moneda. Una corrida bancaria también se
considera fuga de divisas.
Falta de confianza
en la moneda local: Cuando hay sospechas de que un país entrará en cesación
de
pagos o default generalmente se produce una corrida bancaria, huida de la
moneda local hacia una extranjera o aumento del consumo para que perdure el
valor de la moneda. Paradójicamente, la sospecha de una devaluación es lo que
termina
provocándola, se genera una
auténtica Profecía autocumplida.
Esos
son los factores que generalmente provocan una devaluación. Los argumentos,
generalmente, son la falta de competitividad de los bienes exportables, o de
que es necesario un sinceramiento de la economía. Las consecuencias de una
devaluación generalmente son devastadores y terminan siendo mucho peor de que
si se hubiera realizado un ajuste o recorte en la economía local.
Consecuencias de
una devaluación monetaria
Cuando se produce
una devaluación monetaria, los principales efectos negativos son:
Aumento de la inflación.
Tarifazos de
servicios públicos, ya que al devaluarse, las tarifas se ven atrasadas con
respecto al
costo real.
Erosión de los
ahorros en moneda local y pérdida de salario real.
Licuación de la
Deuda por parte de empresas que fijaron el contrato en moneda local. Aunque
esto en algunos casos no sucede ya que generalmente los contratos de préstamos
están pactados en tasa de inflación variable. Sin embargo, puede ser que en
algunos países la indexación esté prohibida, por lo que se produce una transferencia
de riqueza de los acreedores hacia los deudores.
Los principales
efectos positivos son:
Al devaluar la
moneda nacional las exportaciones se vuelven más competitivas frente a las
realizadas con moneda de mayor valor.
Puede aumentar el turismo internacional, ya que a los extranjeros de países donde su dinero vale más les resulta atractivo.
Puede mejorar el
consumo interno de productos nacionales si se revisan al alza los salarios, ya
que los productos importados suelen encarecerse.
Los efectos negativos
producen un descontento social que pueden manifestarse en un costo político muy
grande, como el Rodrigazo 2 Incluso, una Devaluación puede traer consecuencias económicas a gran escala, como el Efecto Tequila y el Efecto Vodka. Son estas
consecuencias por las que la devaluación siempre se usa como último recurso.
Los gobiernos, antes de una devaluación, prefieren apelar a otras alternativas
como a un control de cambios o a un corralito, corriendo el riesgo de fracasar
y, en ese caso, logrando solo dilatar la devaluación.
La devalucion según la enciclopedia política:
Es la disminución del valor oficial de una moneda por decisión de la autoridad pública. Entraña un cambio en la relación de valor que ella mantiene con otra u otras monedas que le sirven de referencia o, para decirlo en otras palabras, una modificación de la paridad cambiaria.
Por tanto, la devaluación significa disminución de la capacidad adquisitiva del signo monetario, tanto con relación a otras monedas como a los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado.
La devalucion según la enciclopedia política:
Es la disminución del valor oficial de una moneda por decisión de la autoridad pública. Entraña un cambio en la relación de valor que ella mantiene con otra u otras monedas que le sirven de referencia o, para decirlo en otras palabras, una modificación de la paridad cambiaria.
Por tanto, la devaluación significa disminución de la capacidad adquisitiva del signo monetario, tanto con relación a otras monedas como a los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado.
Sus efectos son beneficiosos para las exportaciones de un país, ya que ellas reciben divisas de mayor valor con relación a la moneda local, y encarecen las importaciones, puesto que se requiere más cantidad de dinero que antes para pagar las compras al exterior. Por eso, cuando un país tiene problemas de <balanza de pagos, la devaluación se usa, entre otras medidas económicas, para restablecer el equilibrio por la vía de alentar las exportaciones y desalentar las
importaciones.
La devaluación difiere de la <desvalorización monetaria puesto que ésta es una depreciación de facto y no deseada de la moneda, a causa de diversos factores de la economía, mientras que aquélla se origina en una resolución voluntaria de la autoridad pública que decreta la reducción del valor en oro de la moneda y, por tanto, de su paridad de cambio con las demás monedas.
La operación contraria a la devaluación es la revaluación monetaria, que consiste en la decisión de la autoridad estatal de subir el valor de la moneda nacional en relación con las monedas de otros países y modificar, por tanto, la paridad cambiaria con ellas.
Las primeras operaciones devaluatorias se efectuaron bien entrado el siglo XX. Francia la hizo en 1926, Inglaterra en 1931, los Estados Unidos en 1933. Desde entonces la devaluación devino en un instrumento de manejo macroeconómico, aunque sus efectos son muy negativos sobre el nivel de precios y, consiguientemente, sobre la situación económica de la gente pobre que, con sus ingresos fijos, no tiene medios de defenderse. En los últimos años ella ha formado parte del repertorio de “recetas” del Fondo Monetario Internacional y de los organismos multilaterales de crédito para los países del >tercer mundo. Hay básicamente tres clases de devaluación: una que persigue estabilizar la economía, al consagrar una desvalorización ya producida en la unidad monetaria, y que busca el crecimiento de la producción sobre bases más sólidas; otra de carácter “defensivo” que sirve para proteger los intereses de un país ante la devaluación decretada por otro con el cual mantiene intercambios comerciales; y una tercera, que es la devaluación “ofensiva”, destinada a fomentar las exportaciones y ampliar sus mercados mediante el establecimiento de nuevas relaciones de precios.
El sistema económico y monetario mundial de la postguerra, que se estableció en la Conferencia Monetaria y Financiera de Bretton Woods en julio de 1944, implantó un estricto control de los desplazamientos internacionales del capital financiero y una alta rigidez cambiaria. Algunos economistas atribuyen a esos controles las elevadas tasas de crecimiento económico, productividad y empleo que se dieron en el mundo en aquella época. En cambio, en la era de la >globalización, la absoluta libertad de movimiento de los capitales por los mercados financieros del planeta llevó a la “flotación” de las monedas y a la acentuada volatilidad de los tipos de cambio. Lo cual indujo a las instituciones financieras y bancarias y a las empresas productivas a movilizar sus capitales, diversificar sus inversiones y comprar activos financieros de diversa clase en distintos países para defenderse de los riesgos del cambio. Es decir, les indujo a especular. Canadá, Alemania y Suiza en 1973, Estados Unidos en 1974, Inglaterra en 1979, el Japón en 1980, Francia e Italia en 1990 suprimieron todas las restricciones a la movilización internacional de capitales. El sistema fue copiado por los países latinoamericanos bajo la presión del >Fondo Monetario Internacional. Los países de Asia resistieron por más tiempo. Pero, de todas maneras, el sistema desembocó en una economía internacional de especulación.
En esa línea de acción, los especuladores compran divisas cuando están baratas para venderlas cuando están caras. Muchas de esas transacciones tienen cortísimos plazos: en instantes, horas o días se hacen movimientos cambiarios de ida y vuelta. Y los Estados resultan impotentes para controlar ese flujo de capitales “desregulados”, con sus bruscos cambios de dirección y oscilaciones caóticas en las cotizaciones. Se trasladan de la Bolsa de Tokio a la de Frankfurt, o de la Bolsa de Londres a la de Sao Paulo miles de millones de dólares en un instante. En el <ciberespacio se mueven capitales varias veces superiores al monto de las transacciones de la economía real y forman las llamadas “burbujas financieras”.
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